¿SOMOS MENOS POBRES?
Nuestro país padece muchos problemas que al final se traducen en una pobreza que agobia a una buena parte de la población mexicana. Si bien somos la 16 economía del mundo, muchos mexicanos viven en condiciones lamentables que los alejan de la tan anhelada movilidad social.
Desde que el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó posesión de su cargo, la frase “primero los pobres” se convirtió en el lema principal de sus acciones. Programas especiales, ayudas, y acciones en busca de mitigar la pobreza, han sido parte de su gobierno; incluso el salario mínimo se incrementó sustancialmente, pasando de 88,40 en 2018, a 207 en la actualidad.
Según cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en 2022 se tenían 56,1 millones de mexicanos que no contaban con ingresos suficientes para cubrir sus necesidades básicas de alimentación y servicios, lo que equivale a 5,7 millones de personas menos que los reportados en el 2018; reducción importante para un país desigual como el nuestro.
Si bien son muy buenas noticias para el país, también debemos señalar que las remesas que envían nuestros compatriotas que viven en Estados Unidos, casi se han duplicado pasando de unos 33.500 millones de dólares en 2018 a unos 60.000 millones en 2023, monto que seguramente está ayudando a la economía de muchas familias vulnerables de nuestro país.
Aunque debemos celebrar que tengamos menos personas con pobreza en México, también es cierto que la Coneval informó que el porcentaje de población en pobreza extrema —definida como las personas que no tienen ingresos ni siquiera para comprar alimentos suficientes— pasó de un 7% (8,7 millones de personas) en el 2018 a un 7,1% (9,1 millones de personas) en 2022.
Seamos honestos, la salud y la educación definen el grado de desarrollo de un país.
En salud, la medición de Coneval señala que cuando AMLO recibió el gobierno en 2018 había 20 millones de mexicanos si acceso a los servicios de salud, 4 años después, ya eran 50 millones de mexicanos sin servicios de salud. Una tremenda crisis que particularmente se debe a: desaparecer el seguro popular, y a dejar de comprar medicinas para tratamientos específicos.
Si bien la idea del presidente es la de crear un sistema de salud universal y gratuito “mejor que el de Dinamarca”, nuestra realidad es que, a 5 años de su gobierno, la salud sigue siendo un tema pendiente a resolver, y lo peor, empeorando cada día… de nada han servido los cientos de médicos cubanos que han llegado al país; lo que puede ser esperanzador, es que el programa IMSS-Bienestar, el proyecto estrella de salud del presidente, es el que mayor incremento presenta de todas las dependencias y organismos del Gobierno Federal en el Proyecto de Presupuesto de Egresos (PPEF) 2024 donde se propone un presupuesto de 138,000 millones de pesos, es decir, 8.3 veces más que el año pasado.
Mucho que hacer, pero debemos entender que un país con mala salud y mala educación, seguramente incrementará su pobreza, por lo que el reto es grande para un México que merece mucho más.
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