LA EDUCACIÓN Y SUS CAMBIOS DISRUPTIVOS POR COVID-19

La situación mundial que vivimos a causa del Covid – 19 nos ha llevado a desarrollar estrategias en diferentes ramas. Si bien las economías se han afectado en todo el planeta, es quizás el turismo el ramo más golpeado, y México lo ha resentido. Dejar los aeropuertos del país abiertos al mundo durante todo el proceso, se convirtió en una interesante estrategia que apostaba a no afectar tanto a nuestra economía. Muchos lo señalaron como una estrategia “suicida” si lo analizábamos desde el punto de vista de salud, pero hoy vemos que los países que se aislaron completamente también han sufrido los problemas en sus economías y en salud, eso sí, con menores contagios y decesos que en México. Pero ante una situación como esta, no hay un manual, cada gobierno apostó por reinventarse en la medida de sus posibilidades y capacidades, así que únicamente el tiempo nos mostrará si actuamos bien o mal.


Lo que sí es cierto, es que la educación sufrió cambios radicales en sus procesos y maneras. De un día a otro, millones de estudiantes se fueron a sus casas y por medios digitales lograron continuar de manera parcial o completa sus procesos formativos. En una primera evaluación debemos aceptar que en México nuestros niños más vulnerables no cuentan con computadoras e internet en sus casas, lo que nos esta llevando a que la brecha entre la educación pública y privada cada vez se haga mayor.


Aún sigo sin entender las razones por las que no se abrieron las redes de internet de manera gratuita para las comunidades más pobres de cada ciudad; más aún, cuando la empresa más valiosa de nuestro país se dedica a la venta de este servicio. Sigo sin entender por qué no se repartieron tabletas digitales a cada niño de México (en situación vulnerable) en las cuales estuvieran cargadas las actividades semanales, y así ellos podrían seguir su proceso con mejores resultados. Es importante señalar que una tableta sencilla pero funcional se consigue en el mercado por cerca de 500 pesos, quizás el valor de un par de libros que usa la SEP.


Al final de cuentas, hemos hecho lo que hemos podido, y si bien la educación por televisión fue una salida, digamos “digna”, también debemos señalar que la televisión ha demostrado no ser el medio más adecuado para trasmitir conocimiento, por muchas razones: no hay interacción, no se puede buscar contenido específico, entre otras.


 Hablando del ejercicio en la Universidad Cuauhtémoc de Aguascalientes donde trabajo, puedo señalar que en un par de días se logró migrar a 7500 alumnos a estudiar en nuestras plataformas de educación a distancia, y a 900 docentes a que tuvieran las herramientas para impartir estas clases. Actualmente estamos usando la plataforma Webex de CISCO, la cual ha demostrado ser la más confiable del mercado, así como Moodle, con la que logramos la interacción académica más adecuada. Paralelo a estas acciones, se abrió un canal de capacitación interactivo y GRATUITO (aún sigue abierto cada día en las redes de la Universidad) para toda


la comunidad del estado y el país, abierto a cualquier institución pública o privada, en donde hasta hoy hemos abordado la instrucción de 105 diferentes herramientas digitales de aprendizaje, además de haber tenido un alcance a 212.588 personas, con una reproducción de casi 50.000 veces, y retrasmitida y compartida un sinnúmero de veces.


Este espacio gratuito ha sido un gran aliado no únicamente de nuestros maestros, sino de toda la comunidad educativa mundial, que ha visto en él, un excelente apoyo para estos momentos de reinvención.


Y justo con eso me quiero quedar: esta pandemia nos ha enseñado que la reinvención y la capacidad de adaptación ante la adversidad, son las herramientas más importantes que un ser humano puede tener para el éxito en el siglo XXI.

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