ELON MUSK: MUCHO PARA APRENDER

Elon Musk se ubica como uno de los mayores multimillonarios del planeta con una fortuna de 150.900 millones de dólares. Las empresas más representativas de su emporio son Tesla (vehículos autónomos eléctricos), Space X (viajes espaciales), SolarCity (energía solar), Hyperloop (transporte de pasajeros), y Neuralink (conexión del cerebro con las computadoras), entre otras.

Lo interesante de su historia ha sido la capacidad de lograr disrupciones a partir de innovar en ciertas áreas donde pareciera imposible.

Una de las historias más llamativas de Musk fue cuando comentó a la Nasa como él creía posible fabricar cohetes reutilizables, lo que en el momento causó, incluso risa, en quienes escucharon la propuesta; pero ya vimos como el año pasado Space X elaboró un cohete para la Nasa donde el propulsor logró regresar a la base para ser recargado y utilizado en un siguiente viaje.

Una empresa como Hyperloop también es interesante, pues pretende lograr crear un transporte de pasajeros, sin usar energía y a gran velocidad, usando únicamente el vacío de los tubos de transporte. Un disruptor, es quizás la mejor manera de señalar a este intrépido empresario que logró convertirse en un referente de las grandes innovaciones para el siglo XXI.

Musk nació en Pretoria, Sudáfrica en 1971 y desde muy pequeño mostró un gran interés por la tecnología. A sus 17 años logró vender un videojuego programado por él, en 500 dólares. Muchos lo critican y otros lo llaman “loco”, pero definitivamente el mundo necesita más personas capaces de generar disrupciones que cambien paradigmas.

Dentro de sus empresas, hace unos días Musk señaló a sus colaboradores una lista de acciones para mejorar el rendimiento. Acá las presento:

1. NO tener reuniones largas: “Las reuniones excesivas son la plaga de las grandes empresas y casi siempre empeoran con el tiempo”.
   
2. NO hacer reuniones frecuentes e innecesarias: “Elimine las reuniones frecuentes, a menos de que se trate de un asunto extremadamente urgente”.
   
3. SALGA de la reunión si no está contribuyendo: “Salga de una reunión o deje una llamada tan pronto como sea obvio que no está agregando valor. No es de mala educación irse, es de mala educación hacer que alguien se quede y pierda el tiempo”.
   
4. NO utilizar lenguaje especializado: “No use siglas o palabras sin sentido para objetos, software, o procesos. En general, cualquier cosa que requiera una explicación, inhibe la comunicación”.
   
5. MANTENER la comunicación directa, sin importar jerarquía: “La comunicación debe viajar por el camino más corto necesario para hacer el trabajo, no a través de la llamada: cadena de mando”
   
6. NO seguir todas las reglas y utilizar el sentido común: “En general, elija siempre el sentido común como guía. Si seguir una -regla de la empresa- es obviamente ridículo en una situación particular, entonces la regla debería cambiar.

Mucho que aprender de este gran emprendedor y transformador de paradigmas. El mundo necesita más de estos, y la obligación de quienes nos dedicamos a la educación es encontrar la manera de formar y potenciar mentes como estas, y no simplemente el formar “recitadores de conceptos”.

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