ALCOHOL, UNA DROGA QUE TAMBIÉN MATA

Vivimos en un mundo complejo y competido que nos obliga a ser mejores cada día, no me cabe la menor duda, pero el problema es que nuestros hijos cada día se encuentran más bombardeados por publicidad de todo tipo que los invita a ser exitosos en la vida con una supuesta fórmula ganadora, donde se les señala que para ser exitosos deben ser: ricos, guapos y delgados. Medios de comunicación, redes sociales, grupos de amigos, etc., cada día les exigen cumplir con estos requisitos para ser parte de un selecto grupo de la sociedad. Para lograrlo, los jóvenes hacen hasta lo imposible; se toman miles de fotos antes de subir una a Instagram o a cualquier red social, entran en procesos alimenticios complejos que los llevan a delicados desórdenes alimenticios, aceptan peligrosos procedimientos estéticos, etc., etc., todo con tal de encajar en el “mundo ideal”; incluso varios deciden ser parte de redes de narcotráfico con el fin de obtener los recursos que los lleven al estatus deseado.

En medio de ese complejo mundo se encuentran el alcohol y las drogas como “calmantes” a la ansiedad tremenda derivada de la presión social.

Hace unos años me tocó ser presidente de un organismo creado en Aguascalientes con el fin de combatir estas amenazas de nuestros jóvenes, denominado Consejo Interuniversitario Contra las Adicciones. En este organismo realizamos múltiples acciones que buscaban fortalecer a nuestros estudiantes alejándolos de las amenazas que implican el alcohol como una droga legal, y las demás drogas ilegales o las de receta controlada. Hicimos seminarios, conferencias, encuestas, campañas, múltiples acciones conjuntas que seguramente lograron que varios jóvenes fortalecieran su carácter para evitar caer en la tentación de estas salidas “fáciles”, que casi siempre terminan destruyendo la vida.

Quisiera usar este espacio para comentar sobre el alcohol, una droga legal, socialmente aceptada, donde incluso los padres, por ignorancia, decidimos llevar a nuestros hijos a que la conozcan en ambientes que consideramos seguros.

El alcohol es una droga compleja que en exceso termina destruyendo la vida, pero que, además, nos ha puesto a Aguascalientes en el ojo del huracán, pues somos el estado donde más personas fallecen a causa de quienes manejan en estado de ebriedad. Seguimos sin entender la complejidad del mal manejo de esta droga que al año causa miles y miles de muertes en el mundo entero.

Según datos del Gobierno del Estado, en Aguascalientes tenemos 1390 puntos de venta de alcohol, alcanzado un punto de venta por cada mil habitantes, lo que nos ubica muy por encima de la media nacional. En Aguascalientes capital, tenemos 841 puntos de venta contra 827 escuelas, por hacer una simple comparación.

Debemos ser honestos, no porque tengamos muchos puntos de venta los jóvenes van a consumir. La realidad es que, aunque es muy fácil acceder al alcohol en Aguascalientes, las familias hidrocálidas están soltando la responsabilidad de la formación de cimientos fuertes que alejen a los jóvenes del consumo de drogas legales e ilegales. Necesitamos entender que los padres somos los responsables de cimentar en nuestros hijos los valores que son necesarios para que ellos asuman la responsabilidad de sus decisiones. El ingerir alcohol es una decisión personal, y nuestros hijos deben ser consientes que, una mala decisión, podría destruir sus vidas y la vida de personas que pudieran estar involucradas.

rectoria@ucuauhtemoc.edu.mx

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