DOS ACCIONES PARA CAMBIAR A MÉXICO
Resolver los problemas de nuestro país es la esperanza de los soñadores que buscamos un México mejor, de las familias a las que no les alcanzan sus ingresos, de los jóvenes que no tienen oportunidades para desarrollarse, de los adultos mayores que no tienen segura una pensión, de las personas vulnerables que cada día sufren por el sustento básico, de los padres de familia que ven cómo sus hijos son presa de la delincuencia… pareciera simple el entender que si vivimos en un país con tanta riqueza, todos deberíamos tener las condiciones básicas para crecer y desarrollarnos alcanzando mejores estándares de vida. Pero NO es así.
Nuestros problemas son la tormenta perfecta para muchos políticos que juegan en cada elección con la esperanza de la gente. Nuestros problemas son la plataforma perfecta para justificar el robo y el saqueo de México. Nuestros problemas son el soporte de unos pocos que logran llenarse los bolsillos a costa de millones que no tienen nada. Esos problemas son la bendición de los que han llevado a nuestro país a convertirse en uno de los más desiguales de América Latina. Y no hablo de que la izquierda sea el camino para México, pues es falsa idea de dar a todos una miseria para sobrevivir, quitando a los que tienen, me parece que ha demostrado en la historia, en repetidas ocasiones, ser un modelo insostenible; pero también creo que este capitalismo rapaz y de doble moral, que destruye sin importar las consecuencias y a costa de aniquilar los valores más sensibles de los seres humanos, tampoco es el camino.
Cada semana tengo innumerables reuniones con empresarios, educadores, presidentes de organismos, políticos (de todos los partidos), jóvenes, entre otros, buscando llegar a consensos sobre el camino para reconstruir a México y llevarlo al lugar que merece, pues para todos (los de derecha e izquierda) es una realidad que México cada día se aleja del desarrollo y se sume más en una profunda desigualdad entre riqueza y pobreza.
Hace unos días recibí una editorial escrita por Iván Moreno denominada: “Educación Superior, el petróleo chino”, donde claramente presenta como un país cambió su paradigma de pobreza en 4 décadas apostando decididamente a la educación. Los chinos invierten 11 mil millones de dólares al año en educar a 350 mil estudiantes en las mejores universidades del mundo, pero además decidieron mejorar su educación superior, tanto que 42 de sus universidades hoy están entre las mejores 100 del mundo. Mientras China tiene clara su participación en el siglo XXI, México sigue poniendo y quitando reformas educativas, recortando el presupuesto en ciencia y tecnología, desestimando a los investigadores, y disminuyendo los presupuestos a la educación. No quiero criticar únicamente al actual presidente de México, pues la ignorancia y el atraso ha sido la estrategia de muchos de los gobernantes que hemos tenido en este país.
El otro aspecto para analizar en cuanto a nuestros “dolores”, es el cumplimiento de ley. Es lamentable ver como los políticos roban y roban al amparo de padrinos que los protegen. Vemos a empresarios acostumbrados a repartir dinero a sus anchas con tal de ganar licitaciones. Vemos a una ciudadanía cada día más acostumbrada a la corrupción como modo de vida. Vemos que robar en México solo castiga al delincuente menor… y eso duele, duele mucho; y nos ha llevado a lo que hoy tenemos.
Al final, después de largas conversaciones para tratar de cambiar a México, mi conclusión es que los problemas de este país se resolverían con dos acciones básicamente:
rectoria@ucuauhtemoc.edu.mx
Nuestros problemas son la tormenta perfecta para muchos políticos que juegan en cada elección con la esperanza de la gente. Nuestros problemas son la plataforma perfecta para justificar el robo y el saqueo de México. Nuestros problemas son el soporte de unos pocos que logran llenarse los bolsillos a costa de millones que no tienen nada. Esos problemas son la bendición de los que han llevado a nuestro país a convertirse en uno de los más desiguales de América Latina. Y no hablo de que la izquierda sea el camino para México, pues es falsa idea de dar a todos una miseria para sobrevivir, quitando a los que tienen, me parece que ha demostrado en la historia, en repetidas ocasiones, ser un modelo insostenible; pero también creo que este capitalismo rapaz y de doble moral, que destruye sin importar las consecuencias y a costa de aniquilar los valores más sensibles de los seres humanos, tampoco es el camino.
Cada semana tengo innumerables reuniones con empresarios, educadores, presidentes de organismos, políticos (de todos los partidos), jóvenes, entre otros, buscando llegar a consensos sobre el camino para reconstruir a México y llevarlo al lugar que merece, pues para todos (los de derecha e izquierda) es una realidad que México cada día se aleja del desarrollo y se sume más en una profunda desigualdad entre riqueza y pobreza.
Hace unos días recibí una editorial escrita por Iván Moreno denominada: “Educación Superior, el petróleo chino”, donde claramente presenta como un país cambió su paradigma de pobreza en 4 décadas apostando decididamente a la educación. Los chinos invierten 11 mil millones de dólares al año en educar a 350 mil estudiantes en las mejores universidades del mundo, pero además decidieron mejorar su educación superior, tanto que 42 de sus universidades hoy están entre las mejores 100 del mundo. Mientras China tiene clara su participación en el siglo XXI, México sigue poniendo y quitando reformas educativas, recortando el presupuesto en ciencia y tecnología, desestimando a los investigadores, y disminuyendo los presupuestos a la educación. No quiero criticar únicamente al actual presidente de México, pues la ignorancia y el atraso ha sido la estrategia de muchos de los gobernantes que hemos tenido en este país.
El otro aspecto para analizar en cuanto a nuestros “dolores”, es el cumplimiento de ley. Es lamentable ver como los políticos roban y roban al amparo de padrinos que los protegen. Vemos a empresarios acostumbrados a repartir dinero a sus anchas con tal de ganar licitaciones. Vemos a una ciudadanía cada día más acostumbrada a la corrupción como modo de vida. Vemos que robar en México solo castiga al delincuente menor… y eso duele, duele mucho; y nos ha llevado a lo que hoy tenemos.
Al final, después de largas conversaciones para tratar de cambiar a México, mi conclusión es que los problemas de este país se resolverían con dos acciones básicamente:
- Mejorar nuestra educación, pero en serio. Necesitamos un cambio de 180 grados que nos lleve a potenciar nuestras habilidades. Y para esto, se debe invertir, y mucho; dejando atrás esas estrategias políticas mediocres que solo buscan la compra de votos.
- Endurecer y hacer cumplir la ley. Castigos ejemplares para quien robe, sea político, empresario, o ciudadano de a pie, y pare eso, Singapur nos puede dar un claro ejemplo de como con autoridad se logran sentar las bases de una cultura de respeto que ayuda a desarrollar el país.
rectoria@ucuauhtemoc.edu.mx
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