LA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI

Las universidades del siglo XXI serán completamente diferentes a las universidades que hasta hoy conocemos. Estos nuevos “centros integrales de aprendizaje”, nombrados por los futuristas como “neo-universidades”, serán espacios de formación continua no solo de licenciaturas y maestrías, sino también de micro aprendizajes que las personas necesitarán certificar dentro de sus empleos, o sus compañías.

En este nuevo concepto de universidad los alumnos no siempre estarán en el mismo lugar físico, pues tendrán escenarios de aprendizaje en las empresas, y en laboratorios que simulen situaciones reales, o también en espacios donde se desarrollen innovaciones en áreas de interés. Según el periodista Isaías Pérez, “ahora, el aprendizaje está en todos lados, por lo que la llamada generación u-learning (ubiquitous learning) está desplazando el concepto de aula física para adentrarse en la exploración e implementación de nuevas comunidades de aprendizaje, sin paredes”.

En este nuevo modelo las plataformas digitales de apoyo serán fundamentales para cierto conocimiento específico, además de que los docentes ya no transmitirán el conocimiento unidireccional, serán mentores y facilitadores del aprendizaje, de allí, que el nuevo maestro para esta nueva universidad, deberá contar con habilidades muy específicas que deberán desarrollar para poder aportar en el proceso.

Las metodologías activas serán la base del aprendizaje de los alumnos, los retos, los proyectos, la clase invertida, serán recurrentes en el proceso educativo.

Para el CEO de Collective Academy, Pato Bichara, “el profesor ya no posee la verdad universal. Ahora, su rol es el de un mentor: orienta al alumno para que este sea el protagonista de su propio aprendizaje. Los alumnos tienen una formación más personalizada y atractiva. Ahora, comienzan con la curiosidad de resolver algo, se documentan e investigan a su ritmo”.

En cuanto a los planes de estudio, debo señalar que estos ya no pueden ser estáticos, deben evolucionar y cambiar rápidamente según los cambios del mundo real. Actualmente las universidades mejoran y pulen sus planes cada 5 años (al final de una generación), esto deberá convertirse en un proceso de cambio permanente que le permita al estudiante tener lo más actual del mundo en el que vivimos. Para ello las autoridades educativas (SEP) tendrán que mejorar sus procesos de tramitología y supervisión para darle a las universidades la libertad (con control) para estar a la vanguardia de lo que se requiere, pues los cambios pueden ser, incluso mensuales, dependiendo del área de estudios.

Para Juan Pablo Murra Lascuráin, rector de Profesional y Posgrado del Tecnológico de Monterrey “Anteriormente, una misma universidad, generaba el conocimiento, codificaba el programa, lo impartía y lo evaluaba. Hoy en día, empiezan a surgir jugadores más especializados. Así, alguien va a generar el conocimiento, alguien va a codificar el programa, alguien va a atraer a los estudiantes, alguien evaluará, alguien lo impartirá, alguien hará las mejoras continuas del aprendizaje…”

Al final debemos entender que el -nuevo conocimiento- es la base de las economías del siglo XXI y para ello la educación es fundamental. Por esto las nuevas generaciones necesitarán un modelo más activo, híbrido, aplicado, conectado al mundo real, al del empleo y al del emprendimiento; las universidades que lo entiendan crecerán y se adaptarán a esta nueva forma, las demás seguramente acabarán desapareciendo.

principal@globaluniversity.edu.mx


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