MUY REPROBADOS EN SEGURIDAD

-La violencia que vive nuestro México cada día se complica más-

Hace unos días el presidente de México aceptó que su gobierno ha sido el sexenio con más homicidios dolosos de la historia reciente de México, cerca de 160 mil.

Y aunque el presidente señale repetidamente que esa violencia es culpa de sus antecesores, la realidad es que después de 5 años de gobierno de AMLO, los resultados en materia de seguridad son bastante cuestionables.

Según Eugenio Herrera Nuño el Instituto para la Economía y la Paz (IEP) proporciona el Índice de Paz México una medición integral de la paz en México, que incluye tendencias, análisis y estimaciones del impacto económico de la violencia en el país. El IPM se basa en el Índice de Paz Global, la medición más importante de la paz a nivel mundial, elaborado anualmente por el Instituto para la Economía y la Paz Mundial desde el 2007. El IPM consta de 12 subindicadores agregados en cinco indicadores más amplios, México ocupa el lugar 137 de 163 a nivel mundial, con valores semejantes a los de Camerún e Irán.

La realidad es que en seguridad nuestro país no sale bien librado en ninguno de los análisis internos y externos que se realizan cada año. 

Un dato desesperanzador publicado en fechas recientes fue el relativo a las conclusiones de un estudio del Complexity Science Hub de Viena que ha publicado la revista Science donde señala que el narco es el quinto empleador de México, con entre 160.000 y 185.000 personas, puntualizando que estos grupos criminales contratan a 350 personas cada semana, superando a empresas como PEMEX u OXXO.

Según el estudio, casi dos de cada 10 personas del narco pertenecen al Cartel Jalisco Nueva Generación y uno de cada 10, al Cartel de Sinaloa; también señalan que el 17% de los reclutados, mueren en diferentes actos de su trabajo.

De acuerdo con los informes de la IEP la paz en México se ha deteriorado un 14.8%, con muchos indicadores de delincuencia significativamente más altos que antes. La tasa de homicidios, por ejemplo, fue 62.6 % más alta en 2022 que en 2015, mientras que la tasa de delitos cometidos con armas de fuego fue 68.3 % más alta.

La realidad es que poco está haciendo nuestro gobierno para resolver esta compleja situación, pero lo que vemos es una delincuencia creciente y un narco cada vez más fuerte y establecido; y mientras el presidente no acepte que las cosas van mal, difícilmente se tomarán las medidas necesarias para regresar al país a un camino de paz donde el desarrollo de la gente sea mucho más posible.

Por lo pronto seguiremos como sociedad “asustados” de tomar una carretera para visitar un estado vecino, o impactados al ver en las noticias sobre las barbaridades de los enfrentamientos entre grupos que dejan miles de afectados no siempre personas dedicadas a delinquir.

Mientras el presidente siga creyendo que con “abrazos y no balazos” resolveremos los problemas de delincuencia de México, los grupos al margen de la ley escalarán a posiciones que será bastante complejo controlar, con las consecuencias que esto trae en todos los frentes.

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