COSTA RICA: UN PAÍS AL QUE DEBEMOS APRENDERLE MUCHO

Hace unos días tuve la grandiosa experiencia de estar en Costa Rica con el fin de impartir varias conferencias sobre educación e innovación. 

Tuve la oportunidad de conocer el Colegio Técnico Profesional del Este una institución pública ubicada en la provincia de Heredia, donde me reuní con cerca de 200 maestros, directores y coordinadores de diferentes instituciones con quienes hablamos sobre la educación que América Latina necesita para el siglo XXI.

Posteriormente pude impartir una charla a cerca de 900 estudiantes de diferentes niveles educativos, a quienes impulsamos a tomar decisiones en cuanto a una formación en innovación y emprendimiento. Luego estuve con los padres de familia de estos chicos, hablando sobre la grandiosa posibilidad de ser padres y sobre las amenazas que viven cada día nuestros hijos por culpa de las adicciones, los desórdenes alimenticios y el mal manejo de la tecnología.

Cerrando mi participación en ese hermoso país, tuve el honor de ser ponente del 3er Congreso Internacional Latinoamericano de Heridas, Estomas e Incontinencia, donde tuve la oportunidad de hablar de la necesidad de hacer mucha más innovación en salud.

Debo señalar con claridad que me sentí muy feliz de poder estar en este maravilloso país que ha logrado un buen nivel de vida para gran parte de su población.

En Costa Rica se puede viajar en carro a cualquier lugar por lejos que sea, incluso en las noches; la gente no tiene miedo de bajar los cristales para pedir apoyo con alguna orientación. En Costa Rica no saben lo qué es un “pago de piso” o un “levantón”; los ticos disfrutan de su naturaleza, de su gallo pinto (con el que todos desayunan), de sus mamones chinos, y sus empanadas de chiverre.

En este país pacífico que abolió el ejército desde 1948 reciben bien a sus visitantes, con una sonrisa y con un café que seguramente está entre los mejores del mundo.

En Costa Rica no se lee de secuestros y descabezados en los diarios. En este país únicamente acumulan 655 homicidios en lo que va del año (en México llevamos poco más de 36 mil). Costa Rica cuenta con 5 millones 200 mil personas y es la 84 economía del mundo (México ocupa el lugar 14, según el Fondo Monetario Internacional), y tiene una de las tasas de desempleo más bajas de América Latina y el Caribe.

Su sistema de salud es aceptado y valorado por su población, y su educación cuenta con atributos a resaltar, pues cada colegio público cuenta con cocina y comedor, para que sus estudiantes se alimenten bien, además de infraestructura completa con salones equipados, internet, e incluso gimnasios techados para la práctica de varios deportes. Sus profesores se capacitan constantemente y buscan un desarrollo integral de sus estudiantes.

Salí de Costa Rica entendiendo que ser una de las principales economías del mundo no es garantía de seguridad, empleo y desarrollo. Este país que ha logrado controlar la corrupción (lugar 48 de 180 países evaluados contra México lugar 126, según Transparencia Internacional) vive y hace que su gente pueda vivir. Los ticos disfrutan sus tradiciones y con orgullo hablan de sus bellezas naturales. Difícilmente la inseguridad será un tema de conversación, pues lo más grave en un día puede ser el robo de una cartera.

Tristemente regreso a México entendiendo que la base de nuestros problemas es la tremenda desigualdad entre pobreza y riqueza (según el World Inequality Report México es uno de los países más desiguales del planeta) nos ha llevado a ser un país que sufre frente a la mirada pasiva, y cómplice, de quienes hacen poco por él; esta desigualdad se alimenta de un sistema educativo que no está formando a sus niños con las habilidades que necesitan para ser competitivos, lo que se agrava mucho más, cuando vemos que el sistema educativo se ha convertido  en un botín político de quienes están y quieren estar en el poder.

Tenemos mucho, mucho que trabajar. Costa Rica, con sus limitaciones en tamaño y recursos nos enseña como el centrar el desarrollo en la gente es la base de una convivencia armónica que genera mejores condiciones de vida. Ojalá que quienes hoy desean la presidencia de México entiendan que la educación, la equidad y el desarrollo personal son la base con la que se construye la grandeza de un país.

principal@globlauniversity.edu.mx



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