NUESTRO GOBIERNO TOTALMENTE PERDIDO
Hace uso días un comando armado agredió a un grupo de agentes de la Guardia Nacional en Vista Hermosa, Michoacán. El comando que superaba en número a los agentes los agredió, les disparó y les robó, frente a quienes transitaban por la autopista del Occidente cerca de la caseta de cobro.
Otis terminó por destruir a Acapulco que desde hace muchos años lleva viviendo delicados problemas de seguridad. Como bien señala el periódico Milenio: “El huracán Otis terminó de devastar una ciudad y un estado que estaba ya en medio de una de las peores violencias del país producto, entre otras cosas, de un gobierno estatal y la mayoría de los municipales inútiles y cómplices frente a grupos criminales”.
Lo peor de todo es la falta de control de nuestras autoridades de todos los niveles quienes han perdido el rumbo en seguridad en los últimos años. Hace unos días Óscar Balderas comentó: “…al menos unos 200 damnificados recibieron una dotación de víveres que sintieron como oxígeno cuando la catástrofe asfixia. Agua, miel, frijoles, papel higiénico. Las entregaron hombres embozados que manejaban vehículos de doble tracción con ventanillas polarizadas y sin placas. No se anunciaban como crimen organizado, pero no era necesario que lo perifonearan: lo que parece un cártel en Guerrero, por lo general, lo es. De aquí que se construyan cuarteles y llegue la seguridad, las cosas tenderán a ponerse peor”.
El actual presidente de México debe entender que su estrategia de seguridad está completamente perdida frente a la fuerza desmedida que los grupos al margen de la ley tienen en casi todo México.
Cada día es más normal el cobro de piso, el asalto, los retenes en carreteras federales, etc., etc. Cada día la población está más amedrentada frente a la cantidad de acciones y delitos que son consumados en todo el país con una mirada “complaciente” de un presidente que ante su pasividad, se vuelve cómplice de quienes han encontrado, además del rentable negocio del narcotráfico, en el miedo, otra fuente de ingresos.
México también tiene otra crisis, y es la que viven en Chiapas, no solo por la migración, sino por la ineficiencia de las autoridades que poco o nada actúan frente al actuar de los delincuentes. Recientemente el EZLN señaló: “las principales ciudades del suroriental estado mexicano de Chiapas están en un completo caos. Las presidencias municipales están ocupadas por lo que nosotros llamamos ‘sicarios legales’ o ‘crimen desorganizado’. Hay bloqueos, asaltos, secuestros, cobro de piso, reclutamiento forzado, balaceras. Esto es efecto del padrinazgo del gobierno del estado y la disputa por los cargos que está en proceso. No son propuestas políticas las que se enfrentan, sino sociedades criminales”.
Como en nuestro México todo es mágico, ahora el EZLN se ha vuelto también un vocero que señala los problemas de este estado.
Realmente los retos en seguridad para el país son enormes, pero tristemente no hay voluntad de resolvernos y mucho menos, aceptación de la realidad en que vivimos. Mientras nuestras autoridades encabezadas por el presidente AMLO viven en la negación y culpando a otros presidentes, en México cada día es más difícil vivir y desarrollarse, lo que seguramente pondrá en pocos años en tela de juicio, nuestra viabilidad económica.
Ojalá reaccionemos como sociedad y exijamos a nuestras autoridades actuar, pues para eso los contratamos, y para eso les pagamos. Necesitamos que asuman con responsabilidad su trabajo y den los resultados que los mexicanos necesitamos y merecemos para poder aspirar a un mejor desarrollo.
principal@globaluniversity.mx
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