¿LA IA REMPLAZANDO AL DOCENTE?
“El arte de educar es un acto humano”
Marcela Momberg
Hace unos días se publicó en medios mundiales que un colegio en Inglaterra (David Game College) sustituiría a los profesores por una inteligencia artificial (IA), y lentes de realidad virtual. Según la noticia, los adolescentes de entre 15 y 17 años irán a clase y tomarán un plan de estudios diseñado por la IA. También cada estudiante tendrá retroalimentación específica que le lleve a lograr de manera individual la superación de los objetivos propuestos por la IA.
Siempre he defendido a la tecnología como una herramienta importante para la educación, pero desaparecer a los profesores del aula de clase se me hace una apuesta tremendamente equivocada. Como bien lo señala la pedagoga chilena Marcela Momberg (Consejera de Global University), el arte de educar es un acto humano, y para educar se requiere de pedagogía que es el arte de enseñar; además de que el desarrollo de habilidades socioemocionales es fundamental en la era de la hiper conexión, y esto es tarea de los docentes, y padres de familia.
Según la UNESCO los profesores tienen la responsabilidad de educar en valores como el respeto, la responsabilidad y la integridad, más allá de los contenidos académicos. La enseñanza ética y moral es una parte intrínseca de la educación que la IA no puede realizar de manera autónoma. Las máquinas carecen de juicio moral y no pueden guiar a los estudiantes en el desarrollo de una ética sólida o en la toma de decisiones con implicaciones sociales y personales. La IA puede ser una herramienta poderosa en la educación, pero carece de la empatía, flexibilidad, creatividad y capacidad para fomentar relaciones y valores humanos que caracterizan a un buen profesor. La IA puede asistir en tareas automáticas o de personalización; el rol esencial de un docente, como guía y mentor, sigue siendo insustituible.
En los próximos años la discusión se tornará interesante entre quienes ven a la IA como el “mayor educador del mundo” y entre quienes vemos el rol del docente como insustituible en el aula (claro, usando la tecnología como una herramienta), pues esa necesidad del proceso educativo de evocar el conocimiento, de impulsar la innovación y la creación de nuevas cosas, de motivar a pesar de lo que se vive, eso solo un docente lo puede hacer, y desde ese punto debemos defender la presencia del maestro como eje central del proceso educativo.
Escribía sobre el -aula sin profesores- del colegio inglés, el profesor español Toni García Arias ganador del premio al Mejor Docente de España: “Y luego nos preguntamos por qué los menores tienen problemas de salud mental. Pues porque somos, por encima de todo, seres sociales”.
Tenemos que entender a la IA como una extraordinaria herramienta que podrán usar nuestros alumnos cuando su desarrollo físico y cognitivo se los permita (con la guía de un docente), no antes, pues adelantar este proceso seguramente nos acarreará muchos más problemas de los que ya tenemos en este mucho de la híper conexión. Ojalá esto no se vuelva una “moda” de algunos, que para “sobresalir” empujen hacia la desvirtualización del trabajo que hace el docente con cada uno de sus alumnos y el cual va mucho más allá de una simple trasmisión de datos.
principal@globaluniversity.edu.mx
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