NUESTRA CRISIS SILENCIOSA DE CULTURA CIUDADANA

Buena tierra, buena gente, agua clara y cielo claro señala nuestro escudo de Aguascalientes… 

Si bien nuestro estado es punta de lanza en muchos aspectos de la vida nacional, debemos ser sinceros y aceptar que cada día nos estamos convirtiendo en una ciudad del irrespeto y la poca civilidad.

El irrespeto a las normas de tránsito, el ruido y la intolerancia en la convivencia, ahora hacen parte de un gran problema que exige soluciones de fondo e inmediatas.

En nuestras calles cada día se está viviendo una crisis silenciosa de cultura ciudadana. A pesar de que lo vemos en cada momento y en todo el estado, todos pasamos de largo, muchas veces camuflados ante las arbitrariedades que todos cometemos.

Basta con recorrer la capital para ver como muchos ahora se pasan los semáforos en rojo, irrespetan las vueltas prohibidas, conducen a exceso de velocidad, y al final, vehículos y motos circulan transgrediendo las normas viales y de reglamento.

Hoy es común ver que las vías son usadas como pistas de carreras, o es notorio el manejo de vehículos con conductores en estado de ebriedad o bajo la influencia de las drogas, que llevan a accidentes mortales y terribles para los involucrados. Cada semana vemos como muchos pierden la vida o asesinan, o dañan la vida de quienes por error del destino se encontraban en el lugar de quienes con total irresponsabilidad ponen en riesgo la vida de otros.

Aguascalientes necesita endurecer sus políticas de respeto, pues la excesiva tolerancia nos ha llevado a un irrespeto creciente.


Hace muy pocos años era imposible ver a alguien que se pasara un semáforo en rojo… hoy es cuestión de estar en alguna esquina para ver como el “afán” de unos, pone en riesgo la vida de otros.

Ya se nos ha olvidó poner direccionales para girar, o ceder el paso a un peatón, o a quien va en una bicicleta o en vehículo pequeño. Tenemos una penosa necesidad de ser los primeros, los más veloces, así sea pasando por encima de los demás.


Para algunos expertos, la falta de cultura ciudadana de los mexicanos, la falta de confianza, los vacíos educativos, y la ausencia de sanciones, son algunos de las causas de esta “nueva” Aguascalientes irrespetuosa.

Para el investigador Mauricio García Villegas “fomentar la cultura ciudadana no es algo fácil y eso debido a que depende de muchos factores: educación, confianza, espacio público limpio, buen gobierno, sanciones efectivas, etc. La desconfianza, por ejemplo, incide directamente en la falta de cultura ciudadana: en una sociedad en la que la gente confía poco es muy difícil promover el civismo. Pero la confianza no viene sola; necesita de buenos gobernantes y de igualdad social. La corrupción de los funcionarios públicos destruye la confianza y el espíritu cívico”.


Al final existen dos maneras para que como sociedad seamos respetuosos de las normas, una es por convicción hacia el entendimiento de la importancia de las reglas, y la otra es por sanción, ya que el miedo a ella nos hace respetar. En Aguascalientes debemos actuar ya, y para cambiar, en la etapa en la que estamos debemos sancionar con dureza a quienes pretendan estar por encima de las normas de convivencia que son la base de una cultura ciudadana que suma, construye y se desarrolla.


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