¿PODREMOS ACABAR CON LA CORRUPCIÓN?

La corrupción sigue siendo un gran flagelo para el mundo entero.

Según el Índice de Percepción de la Corrupción (IPC) 2024 publicado por Transparencia Internacional, existe una gran presencia de niveles altos de corrupción en casi todo el mundo, pues más de dos tercios de los países obtuvieron puntaje de 50 o menos, sobre 100.


Nuestro país se encuentra en el lugar 140 de 180 (seguimos sin salir del fondo de la lista) de países evaluados ubicándose entre Nigeria y Madagascar. Los países mejor evaluados de la región fueron Uruguay con 76 puntos (superando a Canadá que tuvo 75) y Chile con 63.


Hablando de nuestro estado, podemos encontrar que el 47.2% de las personas consideran que la corrupción es el tema más importante que debe resolver nuestro estado; un listado que presenta a la inseguridad como el mayor reto, púes el 66.1% considera que este es el problema más importante por resolver.


Según la Encuesta Nacional sobre Calidad e Impacto Gubernamental del INEGI, la corrupción es el segundo problema más importante que señalan los mexicanos sobre su país, seguido de la inseguridad que aparece en primer lugar.

Según esta encuesta en Aguascalientes el 83.6% de la población mayor de edad percibió que la corrupción es una práctica muy frecuente o frecuente entre los policías, seguida de los partidos políticos con un 82.6%.


Según el capítulo mexicano de la Cámara Internacional de Comercio (ICC México) la corrupción del país equivale a 500 mil millones de pesos anuales (la mitad de lo que invierte el país en educación), un 5% del PIB de México.

“La corrupción no solo distorsiona los mercados, sino que también socava el Estado de Derecho y daña de manera irreversible las instituciones democráticas, generando también graves perjuicios en la economía” señaló el ICC.


¿Podremos acabar la corrupción en México?

Para responder a esta pregunta, sería bueno analizar lo que hizo el país más corrupto de Asia para acabar con este flagelo: Singapur.

Para el primer ministro Lee Kuan Yew quien gobernó este país por 31 años renunciando en 1990, sentó las bases del Singapur moderno, con desarrollo y sin corrupción. Su frase central, versaba: “Si de verdad queremos derrotar la corrupción, hay que estar listos para enviar a la cárcel, si fuese necesario, a nuestra propia familia”.

Algunas de las acciones, fueron:

- Endurecer las penas de cárcel a los culpables de corrupción. Las condenas más altas fueron para quienes cometían este delito con dinero de programas sociales, salud y educación.

- Se cambiaron las normas de contratación de funcionarios públicos para evitar amaños, compromisos, y, por ende, corrupción. También se decidió que los funcionarios públicos se rotaran en sus cargos cada cierto tiempo.

- Cada funcionario público al ser contratado aceptaba que el gobierno pudiera revisarle sus cuentas bancarias del país y el exterior, cuando fuese necesario.

- Se ordenó que tanto en escuelas como en universidades se enseñara Ética Pública.

- Se eliminaron las trabas administrativas de los trámites gubernamentales, pues se comprobó que ello aumenta radicalmente los actos de corrupción.

- Se instauró la pena de muerte para quien , debido a un acto de corrupción, causara la muerte de otra persona.

- También fue muy señalado el instaurar que funcionarios y particulares que se involucraran en temas de narcotráfico, fuesen fusilados o ahorcados.

Podríamos señalar y criticar la dureza de algunas de estas posturas, pero la verdad es que este país es un buen ejemplo de que ejerciendo la autoridad y educando, seguramente se consiguen mejores resultados. México tiene una tarea pendiente en este tema, ojalá tengamos la valentía de actuar para lograr un mejor país.

principal@globaluniversity.edu.mx





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