LAS DROGAS. UN GRAN PROBLEMA DE LOS JÓVENES
Hace unos días se dio a conocer que un alumno de la Universidad Autónoma de Yucatán (UADY) tuvo que ser atendido de emergencia pues estaba a punto de perder la vida por consumir alcohol y drogas. Las autoridades señalaron que este es el segundo caso del año, cuando el 25 de enero pasado otro estudiante de derecho perdió la vida ahogándose en un cenote tras haber ingerido grandes cantidades de alcohol.
Las adicciones a productos legales e ilegales, un gran tema que nos ocupa y en el cual las familias y educadores estamos perdiendo la batalla frente a una cruda realidad.
En Aguascalientes existe un organismo denominado Consejo Interuniversitario Contra las Adicciones (CICA), el cual fue fundado en el año 2000 y que busca luchar contra este complicado flagelo.
Particularmente tuve la fortuna de ser presidente en un par de ocasiones, en las cuales trabajamos por entender la magnitud del problema y medir la realidad contra la que estamos combatiendo.
En mi segundo periodo, pedimos a la Universidad Autónoma de Aguascalientes (UAA) que nos apoyara en la realización de un instrumento que nos permitiera medir el como estaban los jóvenes con respeto al consumo de drogas legales e ilegales; los resultados nos dejaron muy preocupados. Encontramos que 8 de cada 10 jóvenes universitarios en Aguascalientes tienen un consumo habitual de alcohol, esto significa ingerir una o dos copas por semana. También encontramos que las mujeres prácticamente consumen igual que los hombres (49 contra 51 por ciento). En cuanto a drogas ilícitas, pudimos detectar que 7 de cada 10 jóvenes de universidades públicas y privadas han probado drogas por lo menos una vez en su vida, sin que esto quiera decir que son adictos; pero lo interesante es que 9 de cada 10 lo hicieron porque sus amigos les dijeron que lo hicieran; lo que nos lleva a inferir que los jóvenes consumen mucho más por presión social que por decisión personal.
Según este estudio, las drogas más consumidas en su orden son: marihuana, cocaína, y drogas sintéticas.
La realidad es que estamos luchando contra un problema creciente y que difícilmente las familias entienden. Gran parte de los casos de detección de drogas en las instituciones educativas, son en un inicio negados por sus padres, quienes piensan que sus hijos nunca cruzarían ese límite.
Hoy tenemos que actuar mucho más decididos quienes nos dedicamos a la educación superior. Por un lado, el ayudar a jóvenes adictos debe ser una responsabilidad de las familias y las propias instituciones educativas. Tenemos que acompañar e impulsar que los jóvenes puedan salir de este “pozo” tan complejo. Por otro lado, debemos ser muy estrictos en señalar a la comunidad la prohibición de consumo y venta de drogas ilegales en los campus universitarios. Debemos impulsar el apoyo de perros antidrogas que con la ayuda de la policía preventiva es posible hacerlo.
Nuestra juventud esta tremendamente amenazada por este mensaje contradictorio de medios que les indican que consumir drogas es algo “normal” y que incluso quien no las consume es el “anormal”. Los padres de familia y educadores necesitamos conocer sobre el tema, las modalidades, los logares de venta y consumo. Tenemos que saber cómo se ve físicamente un joven que ha consumido drogas. Hoy más que nunca tenemos que apostar por cuidar a nuestros hijos y alumnos para alejarlos de este “monstruo” que son las adicciones.
principal@globaluniversity.edu.mx
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