CAPITALISMO SOSTENIBLE: ¿POSIBLE?

Estamos muy sorprendidos y abrumados con la agitación que están viviendo varios países de América Latina. Chile con sus manifestaciones violentas que destruyeron el metro de Santiago, además de un sinnúmero de actos vandálicos difíciles de controlar. Bolivia también protestó por la situación con el expresidente Evo Morales; en Colombia se generaron marchas por la paz y por las medidas del gobierno, las cuales fueron aprovechadas por vándalos que se dedicaron a hacer desmanes. Ecuador también fue victima de estas manifestaciones que iniciaron de forma pacífica, pero que terminaron siendo violetas, generando miedo en la sociedad e incertidumbre en el panorama mundial.

¿Cuál es la raíz del problema?

Lastimosamente el planeta vive una desigualdad económica que ya se vuelve insostenible. Los 8 hombres más ricos del mundo cuentan con la misma riqueza que la mitad de la población más pobre, esto es cerca de 3.600 millones de personas.

En México, Carlos Slim tiene cerca de 61.000 millones de dólares, y la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) dice que en nuestro país acumulamos cerca de 70 millones de personas con algún grado de pobreza.

Según Cecilia Barría de la BBC, “en América Latina el 20% más pobre de la población se queda con cerca de 4% del ingreso total, mientras que el 20% más rico se queda con casi la mitad de todo el ingreso”.

Vivimos en un mundo que, debido a la industrialización de los procesos, y ahora a la robotización, inteligencia artificial, redes neuronales, entre otros, cada día las empresas necesitan menos personal, y debido a estos procesos de industrialización las utilidades son mayores, pero las compensaciones a los empleados se han mantenido en una tasa de crecimiento muy baja (Lawrence Mishel, Economic Policy Institute); llevando a que en los últimos 60 años la clase trabajadora haya perdido un gran porcentaje de su poder adquisitivo.

Debo ser claro, soy un defensor de la formación de emprendedores que generen riqueza y desarrollo, y me alejo de las medidas “paternalistas y asistencialistas”, donde se regalan cosas a las personas. Creo que a la sociedad hay que formarla con una excelente educación y con habilidades emprendedoras generando crecimiento; desempeñándose exitosamente con un oficio, una profesión o una empresa propia.

No cabe la menor duda de que la calidad en la educación es el único camino que una sociedad tiene para mejorar su economía. Pero también estoy convencido, de que, si somos privilegiados con educación y recursos económicos, no nos podemos olvidar de la sociedad más vulnerable.

En el mundo existe un concepto que cada día toma mayor relevancia: Capitalismo Sostenible.

Para James O´Connor “estamos en presencia de una lucha a escala mundial por determinar cómo serán definidos y utilizados el “desarrollo sostenible” o el “capitalismo sostenible” en el discurso sobre la riqueza de las naciones. Esto quiere decir que la -sostenibilidad- es una cuestión ideológica y política, antes que un problema ecológico y económico. El capitalismo tiende a la autodestrucción y a la crisis; la economía mundial crea una mayor cantidad de hambrientos, de pobres y de miserables; no se puede esperar que las masas de campesinos y trabajadores soporten la crisis indefinidamente y, como quiera que se defina la -sostenibilidad-, la naturaleza está siendo atacada en todas partes”.

Debemos ser claros, mientras la repartición de la riqueza sea tan exageradamente desigual, será muy complejo que el mundo tenga un “equilibrio sostenible”. Desde mi experiencia, la formación educativa de calidad y las habilidades emprendedoras se convertirían en las mejores herramientas para lograr este anhelado equilibrio donde los seres humanos pudieran convivir con niveles de diferencia económica más equilibrados, de allí la importancia de este “término moderno”: Capitalismo Sostenible.