9 DE MARZO: PARO, Y ACTÚO

El colectivo denominado Brujas del Mar hace unos días propuso la convocatoria #UnDíaSinNosotras con el fin hacer un alto en el camino en lo referente al tema de la violencia en contra de las mujeres.
En nuestro país cada dos horas y media una mujer es asesinada por el hecho de ser mujer. Los estados más violentos son el Estado de México, Jalisco, Guanajuato, Veracruz, Chihuahua, y la Ciudad de México.
 Este paro no es un llamado únicamente al gobierno por no tener una estrategia efectiva para disminuir la violencia en nuestro país, es un llamado a una sociedad violenta que ha empezado a perder la capacidad de sentir el dolor del otro. Nos hemos metido en una trama donde cada uno se protege de manera individual, olvidando que lo que más nos fortalece, es la unión como sociedad. 
Y no es un tema exclusivo en contra de las mujeres. En nuestro país en promedio, mueren 100 personas cada día por la violencia desenfrenada en que vivimos, y todo sucede frente a la pasividad del gobierno y a la de una sociedad que tristemente piensa que este es un tema exclusivo de los grupos criminales, olvidando que en el país muchos mueren o sufren las consecuencias de una violencia que ni siquiera entienden, y de las que son partícipes, únicamente por haber nacido aquí.
Y es que la violencia se ha incrustado incluso en nuestro lado más íntimo, la casa, el hogar, la escuela, afectando a todos, a mujeres, a niños, con acciones atroces que nos deben llenar de tristeza, de preocupación, pero, ante todo, de acción.
La violencia la vivimos tan frecuente, que casi nunca la indignación es nacional, incluso algunas veces, tampoco local, se queda en las víctimas que sufren todo tipo de agresiones físicas y psicológicas. Es común el robo de niños para prostitución, mutilación o que son asesinados frente a sus padres.
Nuestro México vive una violencia que nos obliga a hacer un alto y repensar nuestro presente y futuro. El 9 de marzo todos debemos apoyar el paro femenino, y antes de quejarnos por los trastornos que laboralmente nos generará, debemos enfocarnos en reflexionar sobre las decisiones que venimos tomando. Hoy somos una sociedad enojada, que no acepta nada, que se escuda en la fuerza y el poder para atacar. Somos una sociedad que poco a poco ha venido perdiendo la confianza en sus autoridades, las que no han entendido la gravedad del problema y quizás por eso no cuenten con una estrategia convincente.
Yo estoy convencido de que el camino para detener la violencia no es otro que con la educación. Nuestros niños deben ser lo más sagrado para nuestro país, y en ellos debemos forjar los valores de esa sociedad que los adultos no hemos sido capaces de construir.
Este 9 de marzo la invitación es hacer un alto en nuestra nube de actividades y compromisos para que cada uno reflexionemos y determinemos las acciones que haremos para sumar en la construcción del México donde todos soñamos vivir.

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