FORMANDO HIJOS EXITOSOS Y COMPASIVOS

“La educación comienza en casa”, fue una frase que mi madre siempre me señaló. Y es cierto, lo que se aprende en casa se convierte en el mayor cimiento que un ser humano tiene para enfrentarse al mundo real.
 La velocidad del siglo XXI muchas veces nos obliga a papá y a mamá a no estar tan presentes en la formación de nuestros hijos, dejando todo en manos de una institución educativa, de los abuelos, de las personas que nos ayudan en casa, o en el peor de los casos, en manos de los amigos.

Erróneamente hemos pensado que se requieren muchas horas con nuestros hijos para una buena formación, olvidando que lo que necesitan es un buen tiempo de calidad que les ayude a cimentar los valores con los que enfrentarán la realidad del mundo.

Investigadores de la Universidad de Harvard señalaron en un interesante documento, las 5 cosas que debemos desarrollar con nuestros hijos para formarlos como seres humanos exitosos y compasivos:

  • Tiempo de Calidad y Atención Genuina. No es suficiente con estar a su lado. Necesitamos involucrarnos completamente en ciertos momentos que determinemos. Hay que olvidarse del celular y los problemas por un instante para darle plena importancia a sus asuntos por triviales que nos parezcan. Preguntas “tontas”, juegos, miedos, emociones. Los padres debemos destinar momentos (pueden ser de entre 10 y 15 minutos al día como mínimo) para conectarnos plenamente. Debemos felicitarlos por sus logros y por su espíritu de superación.
Importante: Evita las respuestas de “sí” o “no”.
  • Predica con el Ejemplo. Debemos recordar, un niño primero aprende de lo que ve, luego de lo que le dicen otros que no son su familia, y, por último, de lo que les decimos, así que con tus acciones estás dejando una profunda huella en ellos. Predica actuando con humildad, empatía y honestidad.
  • La Felicidad de Ayudar a Otros. Una sociedad que pierde la capacidad de sentir el dolor del otro, esta perdida. Enséñale que la felicidad también se consigue ayudando a los demás. Habla con tus hijos sobre la realidad del mundo actual, las desigualdades, la pobreza; además de niños sensibles, formarás seres humanos que entiendan el mundo que deben mejorar.
  • El estudio de Harvard también destacó que “los padres y los hijos que practican la gratitud de manera cotidiana son más solidarios, generosos, compasivos, menos rencorosos y lo más importante es que también son más felices y saludables”.
  • La resiliencia en la pedagogía es la capacidad que tenemos los seres humanos para sobreponernos a la adversidad, e incluso, aprender en el camino. Cuando nuestros hijos tengan problemas, ayudémoslos a tomar acciones, animándolos a resolver sus problemas destacando los aspectos positivos que surgieron de sus decisiones, además de comentar también las situaciones negativas.
OJO: nunca minimices o te burles de los sentimientos de tus hijos, así parezcan exagerados o tontos. Dale su lugar y conéctate para ayudarles a cimentar su capacidad de decidir.

Al final, tenemos en nuestras manos la formación de los seres humanos que soñamos para construir un mundo mejor. La responsabilidad es grande y, además, urgente.

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