INGENIERÍA EN DESARROLLO DE SOFTWARE: UN CAMINO EN EL SIGLO XXI

Por muchos años nos dijeron que nuestra vida era lineal; iniciábamos con la educación básica, luego la media superior y al final, la universidad. Salíamos a conseguir un buen trabajo, nos casábamos y éramos felices.

El mundo real ya no funciona así. La vida en el siglo XXI nos exige adaptarnos de manera inmediata a los cambios; necesitamos muchas habilidades que hoy son necesarias para enfrentar con éxito los desafíos de la incertidumbre que cada día se nos plantean, cambio climático, pandemias, desigualdad, pobreza, guerras, etc., y para esto, debemos escoger muy bien la carrera que debemos estudiar, y aceptar que la educación será un proceso continuo durante toda la vida.

 

Los trabajos están evolucionando de manera acelerada, algunos estudios pronostican que en los próximos años el 60% de los trabajos podrían ser remplazados por la automatización (McKinsey 2017). En la página de la BBC sobre tecnología “Will a robot take your job”, se puede conocer que tan probable es que pierda mi trabajo en los próximos años debido a la automatización; simplemente escribimos nuestra profesión y en menos de un segundo sabremos que tan probable es que desaparezca y en cuánto tiempo.

 

Una de las carreras que todos los futuristas recomiendan para las nuevas generaciones es la de Ingeniería en Desarrollo de Software, la cual permite

convertirse en un profesionista con formación basada en competencias y conocimientos para la aplicación de algoritmos, estructuras de datos y lenguajes de programación para el desarrollo de software, facilitando el aseguramiento de la calidad y la administración de proyectos a pequeña y gran escala, además de poder generar soluciones que aporten valor a organizaciones tecnológicas y exponenciales.

 

La Primera Revolución Industrial (1784), la que se caracterizara por las máquinas a vapor obligaron a muchas personas a pasar del campo a las ciudades, así que saber leer y escribir se convirtió en una habilidad fundamental en esos momentos. Luego llega la Segunda Revolución Industrial (1870), donde la producción en serie fue la característica. Dos países lideraron esa revolución, Estados Unidos e Inglaterra, y aunque Japón y Alemania también se beneficiaron, los dos primeros hicieron que el inglés se fuera convirtiendo en el idioma de los negocios. Para 1969 llegamos a la Tercera Revolución Industrial, la de las computadoras, por lo que alguien que no supiera manejarlas, se empezaba a rezagar. Pero ahora estamos en la Cuarta Revolución Industrial, la de la inteligencia artificial, la programación y las redes neuronales, por lo que es fundamental conocer sus bases para poder desempeñarse exitosamente en el siglo XXI, así que estudiar una Ingeniería en Desarrollo de Software es una excelente decisión para un estudiante en la actualidad.

Muchas veces los alumnos deciden alejarse de las ingenierías por la enseñanza de las matemáticas, apegándose al paradigma mexicano de que casi todos somos malos en matemáticas. Una completa tontería si entendemos que las matemáticas

son fundamentales para sobrevivir, pues las usamos en casi todos los procesos del mundo real. Además, en una ingeniaría de software, al ser matemáticas aplicadas a la obtención de resultados en aplicaciones móviles, programas o algoritmos, su aplicabilidad es mucho más clara y entendible.

En la actualidad necesitamos de nuevas habilidades, por lo que para los jóvenes que están egresando de la preparatoria es fundamental escoger una profesión que les ayude a enfrentar los desafíos complejos del siglo XXI.

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