EL MUNDO ENVEJECE

En el planeta somos 7 mil 795 millones de personas según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de los cuales 6 mil 521 se encuentran en las naciones menos desarrolladas (con una tasa de crecimiento poblacional de 1.3%), y 1 mil 274 que viven en países ricos (con tasa de crecimiento de 0.3%).

La ONU también señala que la población del planeta está viviendo un rápido envejecimiento como resultado de un proceso demográfico motivado por el mejoramiento de las condiciones de vida (salud y alimentación principalmente). En el año 2000 tuvimos alrededor de 605 millones de personas con 60 años o más, pero para el 2050 se espera que dicha cantidad se triplicará (cerca de 2000 millones). Para ese entonces, según las mismas estimaciones, por primera vez en la historia, en el mundo como en Aguascalientes, habrá más ancianos que niños.

 

Según un informe de la revista The Lancet se prevé que la población mundial alcanzará un pico de unos 9.700 millones de personas en 2064, pero caerá hasta 8.800 millones a finales de siglo, una disminución que llegará hasta un 50% en varios países, como Japón, Tailandia, Italia y España; este descenso, seguramente traerá consecuencias globales, nacionales y regionales en cuanto a economía y migración, entre otras. Dentro de este contexto, la India y China disminuirán gravemente su población en edad de trabajar, lo que afectará seguramente sus economías, impactando en el equilibrio de poder globales.

 

La migración, un tema complejo en estos momentos donde muchas potencias han rigidizado sus fronteras, sería quizás la solución para que las potencias pudieran seguir manteniendo su población en edad laboral.

El siglo XXI nos presenta muchos desafíos importantes, justo esta pandemia por COVID-19 nos ha obligado a adaptarnos muy rápidamente para seguir viviendo. Nuestra educación, la salud, los cuidados, las empresas, la digitalización de procesos hoy son parte de una nueva cotidianidad que seguro se quedará en nuestras vidas.

 

Dentro de ese panorama, los datos al inicio que nos muestran un mundo más envejecido y con menos fuerza laboral, igual nos presenta alternativas de desarrollo interesantes, pues la vida de los adultos mayores se convertirá en una megatendencia en muy pocos años; ante la posibilidad de vivir más tiempo, tendremos que prepararnos para dar más servicios a nuestros abuelos. Justo nuestro estado cuenta con las mejores condiciones de seguridad, conectividad, clima e infraestructura para poder convertirnos en una ciudad de retiro de adultos mayores; aunque seguramente habrá que trabajar desde nuestras autoridades y desde el empresariado en esta alternativa que ayudaría a nuestro desarrollo económico. Esta idea implicaría la suma de profesionales de la salud (geriatras, enfermeros, kinesiólogos, etc.), urbanistas, arquitectos, diseñadores, y varios más, que estarían en un sector muy interesante que no requiere demasiado desarrollo para alcanzarlo.

 

En fin, son muchas y buenas ideas las que pudieran surgir de estos cambios que estaremos viviendo en los próximos años. Lo importantes es prepararnos para diversificar nuestra economía apegándonos a las megatendencias que nos marcan el rumbo de lo que estaremos viviendo en las siguientes décadas.

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