¿QUÉ DEBE LOGRAR EL SISTEMA EDUCATIVO CON SUS ALUMNOS?

 Esta es quizás la pregunta mas importante que debiéramos hacernos quienes nos dedicamos a educar; lastimosamente en América Latina no tenemos claro el objetivo final del proceso educativo. 

En el siglo XX teníamos claras las cosas, pues nos educaron para recibir instrucciones, obedecer, y memorizar conceptos que luego se aplicaban en la consecución de un empleo. La ecuación era sencilla: cumple con todos los niveles educativos con buenas calificaciones, y obtendrás un trabajo para toda la vida. Era una educación diferente para un mundo diferente. Como bien dice Esther Wojcicki en su libro “Cómo Educar Personas de Éxito”: “En el siglo XX, cuando respetar las normas era una de las aptitudes más importantes, los padres tenían el control absoluto. En el siglo XXI, dar órdenes ya no funciona. No deberíamos decirles a nuestros hijos qué tienen que hacer, sino preguntarles por sus ideas y trabajar juntos para encontrar soluciones”.

 

Para el siglo XXI debemos formar jóvenes con habilidades muy diferentes, pues la memorización hoy no es la habilidad más importante en el mundo real, y más cuando todos cargamos una enciclopedia ambulante (teléfono celular) en nuestros bolsillos.

 

Para Esther Wojcicki, educadora, periodista y pionera en la exploración de la interrelación entre educacion y tecnología, la clave para formar jóvenes exitosos y preparados para el siglo XXI, es algo que ella ha denominado: TRICK (Trust, Respect, Independence, Collaboration y Kidnees – Confianza, Respeto, Independencia, Colaboración y Amabilidad).

 

Confianza: Para Wojcicki, los padres tenemos muchos miedos con nuestros hijos y se los transmitimos. Cuando estamos seguros de las decisiones y acciones que tomamos con ellos, podremos confiar en que nuestros hijos darán pasos certeros hacia el empoderamiento y la independencia.

Respeto: La mejor acción que podemos hacer con nuestros hijos es respetarles su autonomía e individualidad. Debemos evitar siempre decirles qué hacer, qué profesión estudiar y cómo deberían llevar sus vidas, púes cada niño tiene un don para este mundo, y nuestra obligación es ayudarlos a detectarlo para que lo puedan potenciar, estructurando sus propios planes de vida.

Independencia: La independencia se apoya en unos sólidos cimientos de confianza y respeto, escribe Wojcicki. Los niños que logran ser independientes, tienen mayores habilidades para afrontar la adversidad, y eso les ggg una gran habilidad para un mundo de tanta incertidumbre.

Colaboración: En el siglo XXI nada puede lograrse de manera individual; es el siglo de la colaboración estratégica para lograr nuevas cosas. Esta colaboración debe iniciar en la familia, en el aula y en el trabajo. Para los padres, el objetivo debe ser impulsar en nuestros hijos su capacidad de debatir, de explicar ideas y de cuestionar con respeto.

Amabilidad: La amabilidad debe ser un comportamiento para el mundo en su conjunto. Dice Wojcicki la amabilidad conlleva gratitud y perdón, y esto lo debemos enseñar desde la casa. Nuestros hijos deben entender que una sociedad que pierde la capacidad de sentir el dolor del otro está perdida; deben entender que ayudar, además, es un acto maravilloso que enaltece nuestras vidas.

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