¿ESTAMOS HACIENDO BIEN LAS COSAS?

Particularmente creo que México no tiene un plan muy claro para enfrentar exitosamente el siglo XXI. Seguir viviendo de los recursos naturales y de la mano de obra barata, definitivamente no son opciones para mejorar nuestra economía y abatir las tremendas desigualdades entre riqueza y pobreza que venimos acarreando por muchos años.

Todos sabemos que para enfrentar el siglo XXI con éxito, deberíamos mejorar nuestro sistema educativo, pero por lo que vemos, hasta ahora, esto no está en la agenda de nuestras autoridades federales.

Ante este panorama, ¿qué nos queda?

Algunos países han decidido cambiar su realidad de pobreza, tratando de mover 180 grados sus objetivos a fin de avanzar en este siglo; uno de los ejemplos más notables es el de India, un país que está apostando todo a formar mejores programadores bilingües; pero no sólo se ha quedado ahí, pues también es el segundo país del mundo que más está invirtiendo en Inteligencia Artificial, 143.000 millones de dólares (datos PWC).

Pero me gustaría señalar un ejemplo de un país mucho más pobre que México, pero, que al igual que India, también tiene objetivos claros para enfrentar este siglo: Egipto.

Egipto, la 34 economía del mundo (México la número 15), con un PIB per cápita de 3.005 dólares (México 8.070 dólares) y con una población de 101 millones de personas (México 128 millones), además de ser una economía basada en el petróleo, las divisas por el cruce del Canal del Suez y el Turismo (México: Petróleo, remesas y turismo), también ha vivido una desestabilización en los últimos años a causa de grupos terroristas que agobian la región (México: casi 41.000 asesinatos en 2020), ha decidido que enfrentará este siglo de una mejor manera, y para ello lanzó tres mega obras que seguramente le ayudarán a mejorar su economía en las próximas décadas.

La primera de ellas fue la ampliación del Canal de Suez, lo cual le ha permitido al país recibir anualmente cerca de 6.000 millones de dólares.

El segundo proyecto es la construcción de la nueva capital del país, la cual está situada a unos 45 kilómetros del El Cairo y que inició en marzo de 2016. Esta ciudad que se extenderá en una superficie de 730 kilómetros cuadrados (casi la misma extensión que la ciudad de New York), contará con edificios de parlamentos, embajadas, ministerios, viviendas, centros comerciales, un estadio para eventos internacionales, una torre icónica de 80 pisos (será el edificio más alto de África), un parque de diversiones 4 veces más grandes que los de Disney, y un aeropuerto de gran nivel. Además, esta nueva ciudad que será inteligente y que usará energías limpias, estará conectada a El Cairo con un tren eléctrico; también tendrá escuelas, universidades y hoteles, y un gran centro de tecnología e información. Miles de millones de dólares serán invertidos, pero es de resaltar que gran parte de la inversión se hará con recursos por la venta de los terrenos a inversionistas privados, además de préstamos de varios países.

Pero no todo queda ahí, Egipto está finalizando la construcción del museo de arqueología más grande del mundo, el cual albergará más de 100 mil piezas de un gran valor para todo el planeta, el cual seguramente se volverá en un hito que atraiga aún más, al turismo mundial.

Este país conoce bien su realidad, y ha entendido que les será difícil subirse a la economía del conocimiento del siglo XXI a la velocidad que el mundo exige, por lo que atinadamente decidió soportarse en lo que tiene, potenciándolo, y seguramente así logrará mejorar sus ingresos y disminuir la pobreza que ha sido un tema por resolver en la administración del presidente Abdelfatah El-Sisi.

Este es un buen ejemplo de un país que se “revela” ante sus carencias y ante la pobreza que les agobia. Un país se transforma con estrategias, con generación de empleo, con sociedades entre los gobiernos y capitales privados. Este es un buen ejemplo para México, pues hoy estamos en un país que no tiene clara su visión para enfrentar el siglo XXI. Ojalá nuestras autoridades se den la oportunidad de conocer este tipo de ejemplos que seguramente darán un buen soporte para crear estrategias claras que nos ayuden a tener certidumbre en los siguientes años.

rectoria@ucuauhtemoc.edu.mx

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