EMPRENDIMIENTO SOSTENIBLE ¿ES EL CAMINO?

Por muchos años he tratado de demostrar que el sistema educativo mexicano nos forma para ser empleados. Salimos de la educación media superior sin entender nada de finanzas. No sabemos qué es un plan de negocios, un balance, o lo que significa el punto de equilibrio. Creemos que, si estudiamos todo el proceso educativo desde el kínder a la universidad, lograremos encontrar un trabajo que nos garantice el sustento y un desarrollo personal, para que al final de la vida laboral, tengamos una pensión. Esta quizá fue una historia que funcionó en gran parte del siglo XX, pero seguramente no podrá ser replicada para el XXI.

Estoy seguro de que el emprendimiento es el camino por el que todos debemos apostar, buscando desarrollar habilidades de espíritu emprendedor y de pensamiento empresarial que nos aseguren un futuro diferente.

En México, de cada 10 niños que entran a un kínder, solo 1.2 terminan una licenciatura, por lo que quien pisa las aulas de una universidad, debería desarrollar habilidades de emprendimiento que le permitan implementar empresas que generen empleos para los demás mexicanos que no han tenido su suerte.

Según el INEGI, el promedio de salario formal en México es de cerca de 10 mil pesos mensuales, y tristemente allí nos estamos centrando como país (nuestras políticas nos han llevado a este lugar), en formar empleados. 

Luego existen algunos países que han cambiado su mentalidad y desarrollan emprendedores tradicionales, aquellos que tienen habilidades para generar pequeñas empresas, barberías, restaurantes, tiendas de ropa, entre otras. 

Con más visión, existe un grupo de países de avanzada que han entendido que la tecnología es la mejor herramienta de venta al mundo entero, y han forjado bases para crear lo que denomino: “empresas exponenciales”, esas que, usando la tecnología, le venden al mundo entero; allí están Uber, Airbnb, Amazon, Netflix, entre otras.

Pero las sociedades más avanzadas hoy hablan de emprendimiento sostenible, una manera de impactar al mundo, pero con un equilibrio que nos garantice un desarrollo integral. Una empresa sostenible influye en tres aspectos básicamente: Económico, Social y Ambiental. Un emprendedor sostenible entiende la tecnología y la necesidad de generar empleos, pero busca que la economía de la región donde se ubica pueda desarrollarse disminuyendo brechas y desigualdades. Pero también, un emprendedor sostenible busca que la sociedad a la que impacta mejore sus condiciones, crezca cultural y académicamente, llevando a la comunidad a un desarrollo social integral. Al final, el emprendedor sostenible crea empresas que disminuyan el impacto negativo en el medio ambiente, entendiendo que solo tenemos un planeta, y que cada día está más afectado por el desarrollo de empresas tradicionales creadas con otros objetivos. En este grupo de empresas sostenibles están: The Laughing Man Coffee (USA), Inditex (España), Neste (Finlandia), entre otras.

Entendiendo estos 4 conceptos, imaginemos lo que impacta a una economía formar empleados que ganen de 10 mil pesos (como lo hacemos en México), otros que crean empresas tradicionales que seguramente dan trabajo a 10, 20 o 50 personas; comparado todo esto con las exponenciales que forman empresas valuadas en miles de millones de dólares (Airbnb: 9 mil millones de dólares); pero también profundicemos entendiendo a las empresas sostenibles como Ikea de Suecia, que usa la tecnología para vender al mundo entero, pero ha decidido apostar por un desarrollo integral social y económico, eso sí, sin afectar al medio ambiente.

Cada uno de nosotros puede tomar partido, pero lo que sí es una realidad es que el emprendimiento es una pieza fundamental para desarrollar una economía en el siglo XXI.



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