¿CÓMO CAMBIAR NUESTRA ECONOMÍA?
En alguna maestría me tocó demostrar que el sistema educativo mexicano, y el de casi toda América Latina, nos forma para ser empleados. Todos salimos de preparatoria sin saber de finanzas, de impuestos, de manejo del dinero; si a eso le sumamos que nuestro sistema educativo evalúa a sus alumnos por su capacidad de memorizar y no de innovar, tenemos la tormenta perfecta para no ser un país emprendedor. En México, 9 de cada 10 empresas cierran antes de 5 años por muchos motivos, en especial, porque nadie nos enseña a ser emprendedores.
Según datos de Gobierno del Estado, la economía de Aguascalientes registra 490 mil asalariados y 26 mil 873 empleadores; un promedio de 18 asalariados por cada empleador.
El promedio del salario formal en nuestro país sigue rondando los 11 mil pesos mensuales, mientras que en Aguascalientes es de 10 mil (aproximadamente). Otro dato no menos importante, es la dependencia que tenemos en México, y por supuesto en Aguascalientes, de las remesas que nos envían nuestros compatriotas que viven en Estados Unidos, quienes, según Banxico, nos envían una quinta parte de sus ingresos obtenidos en el vecino del norte. Para Aguascalientes, esta cantidad llega a convertirse en 1.9 millones de dólares por día, una dependencia que mientras se mantenga, es maravillosa, pero preocupante ante alguna adversidad del país del norte.
Debemos ser claros, tenemos que cambiar la mentalidad de nuestra población para formar más y mejores emprendedores.
¿Cómo lo podremos hacer?
Desde mi particular punto de vista, el sistema educativo se debe convertir en el motor del emprendimiento mexicano, y para lograrlo tenemos que hacer dos cosas básicamente:
1- Tenemos que lograr que el sistema educativo mexicano cambie el fin último de su formación pasando de la memorización a la innovación. Para esto debemos fomentar el amor por la construcción de nuevo conocimiento y la emoción es el motor principal para lograrlo. Hoy vivimos en un sistema que tristemente aburre a nuestros alumnos, el cual es el mayor freno para lograr construir nuevas cosas.
2- Debemos tener un modelo de enseñanza de emprendimiento desde la temprana edad. Los niños y jóvenes necesitan desarrollar habilidades de espíritu emprendedor, de pensamiento empresarial, y de detección de oportunidades de negocio, este último, sumamente importante en el desarrollo de empresas exitosas que logren innovación o disrupción.
México no se puede permitir seguir sustentando su economía en la volatilidad de los recursos naturales y de los trabajos que nos ofrezcan las empresas multinacionales. Tenemos TODO para convertirnos en el motor de innovación y emprendimiento de América Latina y el mundo entero, pero para ello tenemos la obligación de romper el paradigma de ser un país de empleados mal pagados, a ser el motor de cambio para el mundo.
principal@globaluniversity.com.mx
Comentarios
Publicar un comentario