¿PERDIDOS NUESTROS ACTORES EDUCATIVOS?

En todos los foros en los que he tenido la oportunidad de presentar mis posturas educativas he señalado que nuestro sistema educativo no está preparado para las vicisitudes y complejidades del siglo actual. Un sistema centrado en la memorización, como el nuestro, está condenado al fracaso, llevando al país a crecer sus niveles de pobreza y desigualdad. Lo complejo de la situación es que a nadie parece preocuparle que México no tenga un norte en educación, pues mientras el mundo desarrollado avanza a pasos agigantados, y las nuevas economías buscan alternativas (India, por ejemplo), nosotros seguimos sin entender que el soporte de una economía exitosa es un sistema educativo que la empuje.


Reformas que nacen en una presidencia y mueren con la otra, corrupción en compras, un sistema que es visto como botín político, escuelas a las que no se les ha invertido en décadas, inversiones sin estrategia, falta de tecnología, sindicatos que buscan primero sus beneficios, antes que los de sus educandos, una pandemia para la que nunca estuvimos listos y a la cual nunca nos terminamos de adaptar, profesores desorientados a los que no se les explican claramente los objetivos del país, y peor aún, se les señala como los culpables de nuestros pésimos resultados educativos. Muchos, muchos problemas para un sistema al que sí se le invierten recursos (alrededor del 7% del PIB), pero al que no se le ve y construye, como el soporte del desarrollo del país.

¿Quiénes son los actores y cuál es su posición en el proceso educativo?

1- Autoridades en diferentes niveles de gobierno: Antes de ganar, usan al sistema y a los sindicatos como máquinas de votos, posterior a las elecciones, casi siempre son “cobros” por los favores recibidos. Difícilmente se ve al sistema como el soporte de un buen gobierno, y no se ve, pues los cambios importantes en educación son en mínimo 3 décadas, y para los políticos, el largo plazo, casi nunca es redituable.

2- Padres de familia: Los padres están desorientados, creen que la educación cara es buena, y que, si pagas bien, los hijos recibirán las herramientas que se requieren en el mundo actual; pero no han entendido que el problema de fondo es que vivimos en un sistema educativo centrado en la memorización, cuando el mundo desarrollado lo ha centrado en la innovación, pues ésta, es el motor de una economía.

3- Educandos: Los estudiantes tienen dos problemas, cumplir con la escuela y cumplir con sus padres, y la memoria es su aliado, sacando un 10 cumplen con ambos, olvidando que el mayor éxito de un sistema educativo es fomentar el nuevo conocimiento; el amor por conocer para construir nuevas cosas, y para ello la emoción, es fundamental en el proceso. A eso le llamo: “pasar de la escuela de las respuestas, a la escuela de las preguntas”.

4- Sociedad en general: En México no hemos entendido el valor de la educación, y por tal, no socializamos el tema. Si bien casi todos soñamos con que nuestros hijos se eduquen, no vamos un poco mas allá de conocer los sistemas, las deficiencias y virtudes de diferentes modelos educativos. Mientras no le demos el valor al sistema, difícilmente exigiremos como sociedad, la educación que merecemos.


El problema de fondo es complejo, pues nuestro país está muy cómodo sustentando su economía en los recursos naturales (petróleo) y en la mano de obra de bajo costo (por esta razón vienen a México las multinacionales), ambas, muy amenazadas con los cambios radicales del presente siglo. Ojalá cuando reaccionemos no sea tarde, pues si México no valora y reenfoca su educación, difícilmente cambiaremos la pobreza y desigualdad que tanto nos afectan.


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