LA NUEVA UNIVERSIDAD GLOBAL

“Las universidades son básicamente para divertirse, hacer relaciones y demostrar que se pueden hacer tareas, pero no para aprender… no necesitas ir a la universidad para aprender cosas, ese conocimiento está disponible de forma gratuita”

Elon Musk

¿Cuál debe ser la función de las universidades en el siglo XXI?

Muchos empresarios y educadores se han estado cuestionando la verdadera función de las universidades para desarrollar las habilidades que se requieren en el siglo XXI, pues esa formación unidireccional, memorística, y enfocada a la formación de empleados hoy más que nunca debe evolucionar.

Hablando de México, el sistema de educación superior en su gran mayoría sigue centrado en la formación de empleados que nutran los espacios laborales que abren las multinacionales que llegan al país, un modelo que funcionó perfectamente en el siglo XX, pero que, ante la tecnología y la robotización, seguramente fracasará en el siglo XXI.

El nuevo petróleo del mundo para este siglo es el conocimiento, señalan los expertos, por lo que las universidades tienen la obligación de generar innovación y disrupción que genere valor y riqueza para el país, y esto no está funcionando en nuestro país. Según datos de OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual), México generó 618 patentes en el 2021 siendo la 15 economía del mundo, mientras que los países más ricos, con quienes competimos en este siglo, generaron: USA 149.538 patentes (P), China 584.981 P, Japón 141.853 P, Alemania 29.347 P, Reino Unido 8.100 P, India 6.384 P, Francia 20.378 P, Italia 9.763 P, Canadá 2.272 P, Corea del Sur 110.351 P, Rusia 15.342 P, y Brasil 2.552 P. Como podemos ver, la innovación en nuestro país no se ha convertido en el soporte para el desarrollo de la economía, lo cual se convierte en un gran obstáculo para el crecimiento en este siglo.

La investigación en México no ha tenido el enfoque adecuado, pues debemos aceptar y entender que los países que destinamos poco recurso a investigación, ciencia y tecnología tenemos la obligación de invertirlo en lo que nos genere valor y riqueza. Si bien las publicaciones para mantener los grados académicos son valiosas, en México deberíamos destinar todos los esfuerzos a lo que estratégicamente nos genere desarrollo y riqueza para la sociedad; justo eso han venido haciendo desde hace varios años las principales economías del mundo, que son con las que hoy competimos.

En este rol, las universidades tenemos que migrar de una formación para el empleo, a una formación de negocios, de relaciones, de globalización, y por supuesto de innovación y disrupción; y para ello tenemos que hacer cambios radicales en los planes académicos. Hoy debemos considerar una formación multidisciplinaria en ciertas materias, tenemos que enseñar a los alumnos a relacionarse, a emprender, a trabajar en equipo, a hacer negocios, a desarrollar habilidades para detectar oportunidades, entre otras. Bien comenta Elon Musk, los jóvenes deben desarrollar habilidades de creatividad, de innovación, y no solo éxito académico. El siglo XXI exige, ante todo, habilidades blandas, más que memorísticas. Este es el siglo de la capacidad de adaptarse rápidamente, de saber tomar decisiones, de asumir riesgos, de ser perseverantes, de ser sensibles, de saber trabajar en equipo, de resolver problemas de forma creativa, de ser resilientes, de tener un pensamiento crítico y analítico, pues solo así lograremos encajar con éxito en un mundo que avanza, cambia y nos reta cada día.

principal@globaluniversity.edu.mx