SIENDO OBJETIVOS CON MÉXICO Y CON SU PRESIDENTE…

Seamos claros, la realidad de México no ha sido buena en las últimas décadas; y aunque nuestro crecimiento económico nos ha llevado a ser una de las mayores economías del mundo, lo que vivimos es que tenemos un país con un gran porcentaje de personas en pobreza y otras más, con riesgo en llegar a ella.

En medio de esta tremenda desigualdad, llega a gobernar a México un presidente que basa su discurso en ayudar a los más necesitados, y la realidad es que en su actuar ha creado un buen número de programas para personas de escasos recursos, mismas que ven en Andrés Manuel López Obrador a un “salvador” a quien siguen y defienden como a un mesías.

Para la oposición partidista (que entre otras cosas está bien débil en nuestro país), AMLO es una amenaza que hace tambalear "todo”, en especial la continuidad de sus partidos políticos. 

Seamos claros, el gran error que está cometiendo la oposición es buscar hacer “caer” al presidente, tratando de encontrar errores que lo “desenmascaren”, situación que seguramente no sucederá, ya que el gran problema de nuestro país no es el presidente; nuestro gran problema es haber aceptado un modelo donde cada día acumulamos más personas en la pobreza y donde la movilidad social se ha convertido en un imposible para las masas.

México, y hablo de su sociedad, necesita entender que somos un país con tremendas desigualdades, y que mientras no cambiemos esa tendencia, va a ser imposible que mejoremos hacia una igualdad que augure esperanzas para todos.

Siempre he considerado que es muy dañino para el país la polarización que tenemos donde unos defienden a muerte al presidente y otros lo atacan por cualquier situación. Tratando de ser objetivos, y congruentes con la realidad actual del país, lo que podemos observar es:

1- La política financiera del presidente nos ha permitido un equilibrio notorio entre el ingreso y el gasto, seguramente esto ha llevado a que nuestra economía se mantenga estable, muy diferente a lo que vive gran parte de la región.

2- El presidente ha buscado controlar la inflación, que, si bien no es un problema exclusivo del país, sí está afectando a gran parte del planeta. México ha mantenido una inflación “aceptable” dentro de un comparativo con economías similares.

3- Si bien el cambio en el número de días de vacaciones ha generado un revuelo en los empresarios, también es importante señalar que prácticamente no se han aumentado los impuestos, lo que ha generado certidumbre y atracción para los inversionistas.

4- La relación con Estados Unidos ha sido bastante constructiva, y la visita de los mandatarios de Estados Unidos y Canadá es una muestra de que existe una gran voluntad desarrollar más la región y apoyarse para que México mejore sus condiciones.

5- El endeudamiento del país se ha mantenido bastante controlado y hay que aceptar que en lugar de aumentar los cargos públicos como lo hacen los populistas, AMLO se ha mantenido en su política de bajar los sueldos y no aumentar cargos, lo que ayuda a generar una buena imagen en cuanto a la eficiencia del gobierno.

6- Al final, AMLO ha optado por una política de repartir a los de abajo, entregando recursos por diferentes programas, pero sin afectar a los “de arriba”, esto da mucha tranquilidad a quien arriesga sus recursos en el país.

7- Aunque el discurso diario del presidente es radical, señalando y atacando, la realidad es que en sus acciones se demuestra mesura y la búsqueda de cumplir sus objetivos sin afectar al país.

8- Si bien la seguridad parecía no ser su objetivo principal, las últimas semanas el gobierno nos ha sorprendido con acciones contundentes en contra de quienes se mantienen al margen de la ley.

Estimado lector, estas líneas no las escribo tratando de convencer a nadie de que tenemos un buen presidente, es más, desde el inicio de su gobierno he sido un crítico de muchas de sus acciones, pero, antes que nada, quiero ser objetivo con lo que veo en el país y en cómo se conducen sus decisiones.

A este México maravilloso y desigual en el que vivimos, lo hemos construido entre todos, por lo que culpar al presidente actual de la problemática total de México se me hace un atropello, pues en la historia reciente ya han gobernado personas de 3 partidos diferentes, y al final de cuentas, tenemos un gran país que merece mucho más por sus dimensiones, tamaño, historia, economía y cultura, pero con el paso del tiempo todos fuimos aceptando grandes errores que nos han llevado a este país complejo en el cual existen varias realidades paralelas.

AMLO no es el mejor ni el peor presidente, pero creo que hoy nos está dejando un país con una estabilidad que nos puede ayudar a sentar las bases de ese México equitativo y desarrollado en el que todos soñamos vivir.

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