EL EMPRESARIO QUE QUEREMOS

Hace unos días tuve una maravillosa plática con Francisco Ruíz López expresidente de COPARMEX Aguascalientes con quien discutimos sobre los valores y actitudes que deben tener los empresarios mexicanos para desarrollar y construir un mejor país.

Dentro de la conversación señalé mi molestia reiterada con aquellos empresarios que únicamente buscan beneficios personales, olvidando que sus colaboradores merecen y deben ser parte del desarrollo de las empresas. Ese concepto de empresario que evitan pagar impuestos con la “muleta” de que ese dinero “se lo roba el gobierno”, o aquél que decide no pagar el IMSS de su gente con el argumento de que ese servicio “no sirve”, o esos empresarios que destruyen el medio ambiente “porque nadie lo ve”, deben evolucionar hacia una nueva mentalidad que se enfoque en la sostenibilidad, aquella que decide desarrollar la economía, mejorar a la sociedad y hacerla crecer, y cuidar el medio ambiente; justo esa nueva mentalidad es la que defiendo y la que quiero desarrollar en los estudiantes de México, y definitivamente es con la que me he comprometido como educador.

Por supuesto que nuestro país tiene maravillosos empresarios que han llevado a México a ser una de las principales economías del mundo, pero también es cierto que mientras no cambiemos la mentalidad de esos “otros”, será muy difícil aspirar a mejorar las condiciones de quienes no han tenido las mismas oportunidades o no cuentan con las mejores habilidades para desarrollarse.

Al final de la plática, donde aceptamos que debemos promover el desarrollo de más y mejores empresarios, entendiendo que en nuestro país necesitamos más innovadores, disruptores y emprendedores, a continuación, presento una lista de los valores y objetivos que Francisco Ruiz señala como prioritarios para los empresarios:

- Entender la importancia del trabajo como fuente de riqueza, progreso y realización personal.

- Priorizar el valor de la productividad y la eficiencia en la generación de riqueza y crecimiento empresarial.

- Entender la necesidad de respetar y valorar a los productores y trabajadores, reconociendo su contribución al desarrollo económico y social.

- Ver la importancia de la libertad individual y la propiedad privada como bases para la creatividad, la innovación y la generación de riqueza.

- Sentir la necesidad de promover la competencia y el libre mercado como mecanismos para mejorar la calidad, el precio y la innovación de los productos y servicios.

- Aceptar la importancia de la responsabilidad individual y la integridad empresarial en el desarrollo sostenible y la confianza de los consumidores.

- Aceptar la necesidad de reconocer y enfrentar los obstáculos y barreras regulatorias que limitan la creatividad y la innovación empresarial.

- Priorizar la importancia de la educación, el aprendizaje continuo y la adaptabilidad para mantenerse competitivos y relevantes en un mundo cambiante.

- Desarrollar la necesidad de la colaboración y el trabajo en equipo para lograr objetivos empresariales y sociales compartidos.

- Señalar la importancia de la ética empresarial, la responsabilidad social y la contribución al bien común como parte de una cultura empresarial saludable y sostenible.

México es un gran país, y para mantenerlo fuerte y desarrollarlo aún más, necesitamos más y mejores empresarios, y es obligación de quienes nos dedicamos a educar, el formar nuevos perfiles con las habilidades que requerimos para construir el México en el que todos soñamos vivir.

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