¿SI ESTAMOS EDUCANDO MAL, ENTONCES QUÉ ENSEÑAR?

Para nadie es desconocido que nuestro sistema educativo mexicano no está generando los resultados que requerimos para competir en el mundo actual.

Gracias a mi trabajo he tenido la maravillosa posibilidad de estar en diferentes países del mundo entendiendo las virtudes y errores que han cometido en sus sistemas educativos. Finlandia, por ejemplo, ha logrado conectar la emoción con el aprendizaje, creando toda una experiencia maravillosa en el proceso educativo. Estonia alcanza, por medio de la tecnología y el seguimiento puntual de sus alumnos, una conexión positiva que genera muy buenos resultados. Dinamarca entendió que la educación debe ser el motor de su economía, por lo que apuesta por fortalecer mucho a sus docentes. Muchos sistemas educativos de Asia, como los de Corea del Sur, Singapur y China, se enfocan en la calidad para desarrollar el mayor conocimiento e innovación con sus alumnos. 

¿Qué estamos haciendo mal en México?

Particularmente creo que el principal problema de nuestro sistema educativo es creer que la memoria es el fin último del sistema, pretendiendo que el cerebro de nuestros alumnos se convierta en un archivero donde se almacena información que se saca y se vacía en un examen. Este modelo está completamente obsoleto para un siglo XXI donde la innovación es el mayor valor para una economía.

Mientras en México no pasemos de la memoria al pensamiento crítico y analítico, y a la aplicación del conocimiento en la construcción de nuevo conocimiento, va a ser muy difícil obtener resultados diferentes a los actuales.

Entre muchos, nuestro problema más complejo es que el sistema no evoluciona pues tristemente se ha convertido en un “botín político” de quienes ven a la educación como un sistema para llevar votos a una causa personal. La educación es tan importante para un país, que es una completa pena dejarla en manos del gobierno únicamente. La educación debe ser una responsabilidad de los empresarios, las familias, y por supuesto del gobierno, quienes, desde un consenso claro, deben sentar las bases del educando que el país necesita para la realidad del mundo.


¿Qué deberíamos enseñar?

Además de las asignaturas, México debería enseñar:

Habilidades Blandas. Para Michael Fullan el reconocido pedagogo canadiense, estas son las 6 habilidades que un educando debe aprender y fortalecer en su proceso: Educación del Carácter, que implica el desarrollo de habilidades para la vida en general y para el ámbito laboral en particular, Civismo, Comunicación, Pensamiento Crítico y Resolución de Problemas, Colaboración, y Creatividad e Imaginación.

Comprensión del lenguaje de la 4ª Revolución Industrial. Nuestros alumnos tienen que entender el funcionamiento y la utilidad de la Inteligencia Artificial, las Redes Neuronales o el Internet de las Cosas. No es que todos sean programadores, más bien deben comprender este lenguaje para que lo puedan aplicar en la solución de proyectos y en la creación de nuevo conocimiento.

Emprendimiento y Finanzas. En un siglo XXI que cada día robotiza más la manufactura, necesitamos entender que ya no solo podemos formar empleados. Tenemos que formar más emprendedores y la mejor formar de alcanzarlos, es instaurar la enseñanza del emprendimiento desde la temprana edad.

El reto es enorme; pero cada año que pasen nuestros niños en su sistema que no los forma para los retos actuales, será un año más de atraso contra un mundo veloz que da cabida a los que se imponen con las mejores herramientas para las vicisitudes y retos que nos presenta el siglo actual.


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